Retinosis Pigmentaria se le denomina a un grupo muy heterogéneo de enfermedades heredo- degenerativas de la retina y la coroides con variada expresión genética, que producen una progresiva disfunción visual, por pérdida de capas de células retinianas y atrofia de la coriocapilar. Su prevalencia se ha calculado aproximadamente 1:4000 en todo el mundo y se agrupan en correspondencia con las tres formas fundamentales de presentación, típicas, atípicas y asociada a otros padecimientos, formando síndromes.
El cuadro clínico se caracteriza por la pérdida progresiva del campo y la agudeza visual, el diagnóstico se realiza básicamente por exámenes de agudeza y campo visual, fundoscopia y electro-retinograma. Su pronóstico es desalentador pues no existe todavía un tratamiento específico que cure la enfermedad.
En la lucha que la ciencia mundial entabla contra la misma se han introducido diferentes alternativas terapéuticas que intentan mejorar la calidad de vida de las personas ciegas que padecen Retinosis Pigmentaria, como los implantes biónicos, los chips y las células madres, con resultados muy limitados.
Las personas que aun gozan de su visión en diferentes grados, tampoco encuentran terapéuticas viables a nivel mundial, recomendándose en ocasiones aprender el lenguaje Braille, entrenar un perro, algunos suplementos y esperar la ceguera.
En 1987, el Profesor Doctor en Ciencias Médicas Orfilio Peláez Molina, comenzó a aplicar en pacientes cubanos afectados de Retinosis Pigmentaria, una estrategia multi-terapéutica muy novedosa y controversial, realizando una microcirugía oftalmológica única en su tipo que utiliza tejido graso retro-orbitario y lo implanta en el espacio supracoroideo, combinando la ozonoterapia, electro-estimulación y suplementos utilizados internacionalmente para este padecimiento, convirtiéndolo en un tratamiento múltiple e individualizado sin antecedentes en la historia de la oftalmología.
La estrategia multiterapéutica cubana para el tratamiento de la Retinosis Pigmentaria genera respuestas sinérgicas a nivel local y sistémico, que favorecen el control de la enfermedad con un retardo del proceso de remodelación retiniana. Esta afirmación se sustenta en los diversos efectos que producen cada uno de los tratamientos que componen esta estrategia, los cuales actúan en forma coordinada y muy abarcadora sobre la estructura retiniana en remodelación y especialmente sobre los fotorreceptores, epitelio pigmentario retiniano y vasos coroideos.
En la cirugía revitalizadora se realiza una transposición pediculada de tejido graso retro-orbitario del propio paciente al espacio supracoroideo, sin perder las relaciones anatómicas básicas con el tejido graso retro-orbitario, lo cual impide que las células del pedículo graso se atrofien, garantizando el funcionamiento del tejido implantado por tiempo indefinido.
El aporte de células madres o células mesenquimatosas, luteína y zeaxantina, junto a su capacidad de angiogénesis gracias a la leptina, adiponectina y otras proteínas, lo identifican como el mejor tejido a usar en la actualidad, para combatir el proceso de remodelación de neuronas y vasos sanguíneos que ocurre en la retinosis pigmentaria.
La ozonoterapia es otro tratamiento que se aplica en nuestros pacientes aprovechando las propiedades del ozono como germicida, hemorreológico, inmunomodulador y anti-oxidante cuando se aplica a bajas dosis entre otras, avalados por profundos estudios sobre este tema realizados en el Centro de Investigaciones del Ozono en Cuba y por estudios internacionales. Se administra por vía endovenosa o rectal, empleándose para estos procederes material desechable y estrictas medidas de asepsia y controles técnicos internacionales
El uso de la terapia electromagnética, de comprobada eficacia en la práctica médica en diferentes especialidades desde hace muchos años, es otro de los tratamientos asociado a los dos anteriores.
La acupuntura es utilizada como complemento en casos indicados para la estimulación de puntos biológicamente activos, que provocan la liberación de neurotransmisores y sustancias bioquímicas, que actúan en el organismo de múltiples formas. Junto a estos tratamientos también se administran medicamentos que se utilizan internacionalmente para pacientes con Retinosis Pigmentaria.
El diagnóstico precoz es fundamental para aplicar un tratamiento oportuno con resultados más satisfactorios. Los enfermos con mejor pronóstico son los que se encuentran en el estadio inicial de la enfermedad.
La integración del conocimiento científico en esta alternativa multiterapéutica cubana para luchar contra la Retinosis Pigmentaria, es una nueva idea dentro de la atención médico-asistencial dirigida a personas con enfermedades degenerativas de retina, no realizada en otro país del mundo.
El seguimiento periódico por más de 25 años de un grupo de pacientes con Retinosis Pigmentaria que recibieron esta terapéutica, muestra los siguientes resultados:
Para obtener resultados positivos es imprescindible el control anual de la enfermedad, similar a cualquier otra enfermedad crónica como glaucoma, diabetes mellitus o hipertensión arterial, las cuales con buen control permiten una vida con buena calidad. En nuestro caso permiten mantener la propia visión el mayor tiempo posible, lo cual siempre es mejor que esperar la ceguera, para posteriormente ser elegible para un chip, terapia de células madres u otras alternativas para ciegos.
El paciente debe permanecer por un periodo de 21 días en la Clínica.
En la primera semana de su estancia se le realiza un estudio oftalmológico y clínico completo, con el objetivo de evaluar la posibilidad de realizar el tratamiento y descartar otras afecciones asociadas a la Retinosis Pigmentaria, lo cual será responsabilidad de un equipo médico multidisciplinario especializado en el tratamiento de nuestros pacientes por más de 25 años, apoyados por un equipamiento tecnológico de última generación que identifica al centro como una de las mejores instituciones de diagnóstico y tratamiento de las enfermedades degenerativas de retina y coroides a nivel mundial.
La conducta terapéutica a realizar en cada caso puede variar en correspondencia con la forma de presentación de la enfermedad y lo avanzado de la misma. Una vez finalizado el tratamiento, el enfermo requerirá de una evaluación periódica anual, por lo que deberá asistir nuevamente a la clínica y permanecer hospitalizado dos semanas durante las cuales se determinará la conducta a seguir de acuerdo a la evaluación y a los resultados del tratamiento anteriormente recibido, valorándose entonces la posibilidad de un nuevo ciclo de tratamiento, en aras de garantizar el control de la enfermedad.
Precio del tratamiento: 7040.00 USD.
El acompañante deberá abonar 40.00 USD diarios por su alojamiento junto al paciente
Total del programa: 7880.00 USD